La circulación sanguínea es un proceso mediante el cual el corazón bombea la sangre que recibe todo nuestro cuerpo aportando así tanto el oxígeno como los nutrientes. Cuando existen problemas en las venas y arterias el proceso no se puede realizar correctamente y es cuando se dice que hay problemas de circulación.

Puede ocurrir por diversos factores, al igual que son diferentes los síntomas que se pueden sentir y las consecuencias que nos puede acarrear una mala circulación.

¿Cómo saber si tengo mala circulación?

Las personas que sufren mala circulación suelen comenzar notando que se le hinchan las piernas y los pies, sintiéndolas más cansadas. Pero veamos todos los síntomas por mala circulación:

  • Hinchazón. Ocurre por acumulación de líquidos.
  • Fatiga. Sensación de cansancio y pesadez de las piernas, aunque también puede ocurrir en todo el cuerpo, ya que la circulación de la sangre se vuelve más lenta.
  • Varices. Ocurre cuando las venas están dilatadas.
  • Cambios de temperatura de la piel. Sentir sensación de frío en los pies, ya que a la sangre le cuesta llegar más a las zonas más alejadas, en este caso los pies.
  • Manchas en la piel. Decoloración de la piel.
  • Arañas vasculares. Son una mancha con forma de araña que se ve debajo de la piel de color rojizo o amoratado.
  • Deterioro de la piel. La piel se vuelve seca y agrietada.

¿Y a qué es debido una mala circulación?

La mala circulación puede estar provocada por genética, malos hábitos (como mala alimentación y tabaco), obesidad, colesterol alto, sedentarismo, largos períodos estando de pie en el mismo sitio, altas temperaturas, y embarazo.

Si se empiezan a sentir algunos de los síntomas detallados anteriormente, se debe acudir a su médico para que haga un diagnóstico tanto de los síntomas como de qué los provoca y así pautar un tratamiento para mejorar la circulación.

De todas formas, os dejamos unas recomendaciones para mejorar la circulación y así hacer frente a los síntomas que empeoran nuestra calidad de vida:

  • No fumar
  • Evitar una mala alimentación basada en grasas saturadas.
  • Buena hidratación
  • Control de peso.
  • Realizar actividad física, como andar o correr.
  • Uso de calzado y ropa cómoda
  • Evitar las altas temperaturas
  • Uso de medias compresoras
  • Evitar estar muchas horas sentado, de pie o con las piernas cruzadas.
  • Descanso con las piernas en alto, usando cuñas como las de Ubiotex.
  • Tomar complementos alimenticios que ayudan al funcionamiento normal de los vasos sanguíneos, como QLife Venacil Forte.
  • Masajes desde el tobillo de manera ascendente hasta el muslo con movimientos circulares.