Problemas auditivos más comunes
¡Escucha!
Hoy 3 de marzo se celebra el Día Internacional de la Audición, destinado a concienciar sobre la importancia que tiene el cuidado y revisión de los oídos.
Los problemas de audición son muy comunes en nuestra población, tanto a edades tempranas como en adultos, pero sobre todo en ancianos. Es uno de los órganos que se deteriora con el paso del tiempo.
Al igual que se recomienda revisar nuestros dientes y vista anualmente, los oídos son siempre los olvidados, y debemos de ser conscientes de la importancia que tiene para nuestra salud. Por ello, también debemos realizar revisiones periódicas, y acudir a nuestro médico en el caso de notar alguna pérdida o molestia en ellos.
Veamos cuáles son los problemas auditivos más comunes:
Otitis: Se trata de la inflamación del oído provocada generalmente por una infección. Es el problema más habitual, sobre todo en los niños. No es grave, pero si debe curarse y cuidarse correctamente para evitar posibles futuros daños en los oídos.
Acúfenos: Son zumbidos o pitidos en los oídos pero que no son reales, no son emitidos por una fuente externa. Es un problema muy molesto para quienes los padecen. Suelen aparecer en usuarios que han estado largos periodos de tiempo expuestos a sonidos altos.
(*Os recomendamos nuestro complemento Audiovol Plus (21650) si sufres de estos zumbidos o pitidos en vuestros oídos que estará próximamente disponible en nuestra web.)
Hipoacusia: Es la incapacidad para escuchar sonidos de manera parcial o total. La hipoacusia puede afectar a un solo oído, sería unilateral, o en el caso de afectar a ambos oídos, se le conoce como bilateral.
Dependiendo del grado de incapacidad de audición:
Partimos de que una audición normal que es cuando se pueden oír sonidos por debajo de 20dB.
- Pérdida auditiva leve: los sonidos que se oyen están entre 20 y 40 dB
- Pérdida auditiva media: los sonidos percibidos están entre 40 y 75 dB
- Pérdida auditiva severa: los sonidos se oyen entre 75 y 90 dB
- Pérdida auditiva profunda: solo es escuchan los sonidos por encima de los 90 dB (sordera) o no se oye nada (cofosis).
Como hemos comentado al comienzo, la pérdida auditiva afecta tanto a niños como adultos, y podemos clasificarla en congénita o adquirida.
Congénita sería cuando se nace con la pérdida auditiva, aunque hay veces que hasta pasado un tiempo no se detecta. Lo ideal es detectar dicha pérdida cuanto antes, para poder tratarla.
Adquirida es cuando ocurre a lo largo de nuestra vida, y puede deberse a múltiples factores. No solo es causada por factores externos (como pueden ser los ruidos intensos) y sino que se producen por edad o por enfermedad.
¿Cuáles son las causas de la pérdida auditiva?
- Hipoacusia congénita: La incapacidad auditiva ocurre desde el nacimiento. Pueden deberse por ejemplo por bajo peso al nacer, infecciones durante el embarazo, anomalías craneofaciales,…
- Lesiones: Lesiones en el cráneo pueden llegar a ocasionar la pérdida auditiva, dependiendo del grado de la lesión, la pérdida puede ser desde leve hasta profunda.
- Edad: Con el paso de los años vamos perdiendo audición y se van dañando nuestros oídos.
- Ruido intenso: Cuando estamos expuestos a ruidos muy intensos por largos períodos de tiempo.
- Medicamentos ototóxicos: Algunos medicamentos pueden causar daños o molestias en los oídos, como son los pitidos, zumbidos o pérdida de audición y trastorno del equilibrio.
¿Qué consecuencias provoca la pérdida de audición?
La pérdida de auditiva en la mayoría de casos además de provocar una incapacidad en la audición afecta a la calidad de vida de quienes la padecen. La soledad, depresión y aislamiento suelen ir de la mano, ya que aquellas personas que no pueden escuchar correctamente, tienen dificultades para mantener una conversación, interactuar en un grupo de gente, y se pierden mucha información en las relaciones personas, y por tanto, terminan y aislándose.