Después del verano, nuestra piel y nuestro cabello necesitan un extra de cuidados para reparar los daños producidos por el sol y el agua y para prepararlos de cara al invierno.

Aunque nos parezca que el sol es el mayor enemigo de nuestra piel, en realidad las bajas temperaturas, el viento y la humedad pueden ser muy perjudiciales si no tomamos precauciones.

El frío altera la película hidrolipídica de la piel y las glándulas sebáceas trabajan más lentamente, como consecuencia la piel se seca; además, provoca una contracción de los capilares por lo que el oxígeno y los nutrientes no llegan con fluidez a la epidermis y la piel pierde tersura y se ve más apagada.

Los constantes contrastes de calor seco en el interior de los espacios y el frío del exterior, las duchas de agua caliente, el cambio de alimentación con menos frutas y verduras son otros factores que actúan en contra de nuestra piel y cabellos. En otoño, es habitual notar una pérdida mayor de cabello y si hemos padecido el COVID-19 puede que notemos también que se cae en mayor abundancia de lo habitual.

Los 4 imprescindibles:

Limpieza + Hidratación + Protección+ Nutrición

1. La limpieza es el paso básico para mantener la piel y el cabello en buen estado y que los productos de cuidado actúen correctamente. En el caso de la piel debemos limpiarla con jabones suaves o productos específicos al menos por la mañana y por la noche y realizar una exfoliación suave una vez por semana para eliminar las células muertas. El cabello debe lavarse tantas veces como lo necesitemos para mantenerlo limpio con los productos adecuados a nuestro tipo.

2. Hidratación, por dentro y por fuera, es verdad que en invierno no tenemos tanta necesidad de beber como en verano, pero esto no quiere decir que no lo necesitemos ya nuestra piel y cabello notan rápidamente la falta de líquidos. Además, tenemos que hidratarla con cremas y serum según nuestro tipo de piel y edad, por la mañana y por la noche y aplicar mascarillas una vez a la semana. Hay que prestar especial atención a las manos que están muy expuestas al frío y a agentes irritantes, hidratándolas a menudo con cremas que sean también específicas para uñas y cutículas. El cabello también sufre con las bajas temperaturas y el viento, que lo debilita, lo vuelve quebradizo y se ve apagado y sin brillo, por lo que debemos aportarle un extra de hidratación con champús y mascarillas y no utilizar agua muy caliente en los lavados, cepillarlo con frecuencia con un cepillo suave y cuando el cabello esté seco, para eliminar los cabellos que se desprenden todos los días y procurar utilizar el secador a temperatura no muy alta, pasando aire frío por todo el cabello al final del secado.

3. Protección, no debemos olvidar utilizar un protector solar en cara y manos para evitar las manchas e irritaciones que produce el sol también en invierno. Después del verano, si tenemos alguna mancha oscura, es conveniente utilizar un tratamiento despigmentante para encarar el invierno con la piel en perfecto estado.

4. Nutrición, una alimentación variada y balanceada es la base para tener una piel, uñas y cabello sanos y fuertes; no debemos olvidar las frutas y verduras, aunque en inviernos sean menos apetecibles. Tomar complementos alimenticios con los nutrientes, minerales y vitaminas específicos ayuda a mantenerlos en perfecto estado, como QLife Reforce-Nair, a base de: 

  • Zinc: contribuye al mantenimiento normal de cabello, piel y uñas. Ayuda en la protección de las células frente al estrés oxidativo.
  • Cobre: participa en el mantenimiento del tejido conectivo normal. Contribuye a la pigmentación normal del cabello. Contribuye al transporte normal de hierro en el cuerpo.
  • Selenio: interviene en el mantenimiento normal de pelo y uñas. Coadyuva en la protección de las células contra el estrés oxidativo.
  • Vitamina C: estimula la síntesis de colágeno para el buen funcionamiento de la piel. Es un antioxidante que protege a las células del cuerpo frente al estrés oxidativo.
  • Vitamina B6: favorece la producción de la cistina, constituyente de la queratina.
  • Vitamina E: es un antioxidante que protege a las células frente al estrés oxidativo.
  • Vitamina A: contribuye al mantenimiento de la piel, cabello y uñas normales y favorece el metabolismo normal del hierro.
  • Biotina: contribuye al mantenimiento del cabello y de la piel en condiciones normales.
  • Arándano azul: es rico en antioxidantes antocianidinas.
  • Cola de caballo: contribuye a la salud de la piel. Mejora la condición de la piel, cabello y uñas. Promueve el crecimiento y fortalecimiento del cabello.
  • L-Cistina: los aminoácidos de azufre podrían ayudar a mantener una estructura saludable del cabello, las uñas y la piel