La piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo, lo recubre por completo y lo protege, además tiene capacidad de regenerarse. Realiza funciones fundamentales, como: 

  • Protege frente a las bacterias y agresiones externas y frente a la radiación ultravioleta, gracias a la melanina.
  • Regula la temperatura temporal 
  • Impide la pérdida de líquidos
  • Es imprescindible para la síntesis de vitamina D
  • El sentido del tacto, a través de las terminaciones nerviosas de la piel recibimos los estímulos táctiles.

Por lo tanto, es muy importante que mantengamos nuestra piel en perfecto estado porque así contribuimos al buen funcionamiento de nuestro organismo. Normalmente, es suficiente con los cuidados habituales: buena higiene, hidratación, una alimentación saludable y ejercicio moderado al aire libre, en definitiva, mantener unos hábitos de vida sana, 

Sin embargo, hay situaciones en las que estos cuidados no son suficientes y en las que debemos prestar una atención especial al cuidado de la piel como sucede con ciertas enfermedades, cuando la exponemos a condiciones atmosféricas extremas de calor, frío o radiación solar, en casos de incontinencia urinaria y fecal - en la infancia, ancianos y enfermos- y en casos de personas de peso elevado en las que se forman pliegues en la piel. En estos últimos casos el problema está en el exceso de humedad y la falta de ventilación que provocan que la piel se irrite, enrojezca o que aparezcan llagas y escaras. 

¿Qué podemos hacer?

En el caso de incontinencia urinaria y fecal tanto en niños como en ancianos, debemos extremar la higiene y limpiar muy bien la zona cada vez que sea necesario, sin olvidar secar concienzudamente; mantener la zona ventilada durante el tiempo que sea posible para que la piel “respire”, realizar masajes en la zona cubierta por el pañal y mantener seca la ropa personal y de la cama o la silla de ruedas, si se utiliza. En personas dependientes con movilidad reducida, además, es importante no olvidar los cambios posturales periódicos y aliviar la presión mediante cojines y protectores especiales. 

Además, utilizar cremas de barrera como, Qderm con óxido de zinc se ha demostrado de gran efectividad para prevenir y tratar los problemas de la piel producidos por humedad en la infancia y en la vejez.

Qderm Crema Barrera, de nuestra nueva línea cosmética, es una crema protectora ideal para el tratamiento y el alivio de pieles irritadas, sensibles y atópicas, forma instantáneamente una suave película aislante y dermoprotectora en las zonas cutáneas más propensas y sensibles a agentes irritantes. Es muy eficaz para evitar lesiones en las zonas cubiertas por el pañal o en los pliegues de la piel. 

Está enriquecida con parafina y aceite de almendras dulces, protege, hidrata, calma y restablece el manto hidrolipídico de la piel. Basta aplicar una pequeña cantidad de crema con un ligero masaje, después de lavar y secar la zona, para que la piel se mantenga en buen estado. 

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