Sin embargo, esto no siempre es posible, ya que vivimos rodeados de sustancias potencialmente alergénicas; debemos, por tanto, seguir una serie de recomendaciones para minimizar al máximo el contacto con todas esas sustancias que pueden provocar la reacción alérgica, especialmente cuando ya sabemos cuáles son. 

Estos son los consejos más útiles para prevenir algunas alergias existentes:

Consejos generales para prevenir alergias

No fumes, y no frecuentes lugares donde se concentre humo de tabaco, porque esta sustancia incrementa la respuesta alérgica y reduce los factores de defensa de la mucosa respiratoria frente a las infecciones.

Evita los cambios bruscos de temperatura y, en épocas de epidemia de gripe o catarro, procura no permanecer mucho tiempo en lugares cerrados donde haya mucha gente (centros comerciales, cines, restaurantes...), ni tener contacto con personas que tengan algún tipo de infección respiratoria.

Protege tu piel del sol. Utiliza una crema protectora adecuada para tu tipo de piel si vas a exponerte a la luz solar, aunque no sea verano. 

Los olores fuertes que desprenden algunos productos también pueden originar alergia y agravar los síntomas y molestias. Si eres alérgico, ten cuidado con alimentos como salsas picantes y vinagre, perfumes, lacas, desodorantes, acetona, alcohol, y productos de limpieza para el hogar, entre otros.

Prevención de la alergia al polen

Evita aquellos lugares que concentren más cantidad de polen: parques, jardines, entornos rurales... Si no es necesario, no salgas a caminar los días muy ventosos porque el viento arrastra grandes cantidades de polen. Si tienes que salir, utiliza gafas para protegerte los ojos, e incluso una mascarilla. Si viajas en coche, hazlo con las ventanillas cerradas.

Las mayores concentraciones de polen se producen a primeras horas de la mañana (entre las 5,00 y las 10,00) y a últimas de la tarde (19,00 a 22,00), así que no hagas ejercicio u otras actividades al aire libre en ese horario, y mantén las ventanas de casa cerradas.

Es conveniente que tengas una secadora en casa, o al menos coloca un tendedero en el interior de la vivienda para que la ropa no permanezca al aire libre y se llene de polen.

Cuando vuelvas a casa, dúchate, lávate el cabello y cámbiate de ropa, para eliminar los restos de polen que se hayan podido quedar adheridos a las prendas y a la piel.

No tengas en casa plantas que te resulten alergénicas.