1. Los lácteos.

Queso, leche... todos estos alimentos que son sabrosos y gustosos, y que forman parte de nuestra vida diaria, pueden provocar estreñimiento, especialmente para las personas intolerantes a la lactosa. 

Prescindir de los lácteos puede ser muy problemático para mucha gente, ya que forman parte de nuestra vida diaria de una forma muy consistente, así que vamos a proporcionarte algunas opciones para que sustituyas esta necesidad de una forma más efectiva para tu organismo.

  • Lácteos fermentados: El yogurt, pese a ser un lácteo, puede ser una ayuda para mejorar nuestro estreñimiento gracias a sus propiedades por estar fermentado. Estos fermentos consiguen ayudar a nuestro tránsito al mejorar las propiedades de nuestra flora intestinal.

  • Bebidas vegetales: Si usas la leche o la nata en tus elaboraciones diarias, y no crees que puedas prescindir de ellas, te invitamos a probar el amplio mundo de las bebidas vegetales, entre las que puedes encontrar muchas texturas y sabores diferentes. Si no las has probado nunca, no te vamos a engañar, puede que tardes en acostumbrarte. Sin embargo, pronto verás cómo puedes usarlas de forma diaria mientras ayudas a reducir la cantidad de lácteos en tu dieta.

  • Quesos y bebidas sin lactosa: La lactosa, el azúcar de la leche, no se absorbe fácilmente en nuestro organismo y en ocasiones permanece ahí. Si vas a utilizar leche o quesos, prueba los que no tienen lactosa. En el caso del queso, los quesos menos jugosos como los parmesanos o los quesos curados, disponen de menos suero láctico y te ayudarán a mejorar tu tránsito.

2. Alimentos con mucha grasa, fast food, y procesados.

Probablemente ya sepas que los alimentos procesados y la comida rápida cuenta con una gran cantidad de grasa saturada, así como de procesos químicos que por supuesto no son recomendables para nuestro organismo. Y probablemente no te contemos nada nuevo cuando te digamos que este tipo de alimentación no es la apropiada para mejorar tu tránsito.

Y probablemente, pienses que es poco lo que puedes hacer a este respecto. La comida rápida no sólo es apetitosa, sino que nos soluciona el problema del tiempo dedicado a cocinar durante la semana.

¿Cómo evitar, por ello, seguir alimentándonos de esta manera?

  • Lo primero, date algún capricho de vez en cuando. La vida se trata de la calidad total de nuestra alimentación y de nuestros hábitos, no pasa nada si de vez en cuando te apetece comer una hamburguesa. ¡También te mereces tener pequeños caprichos! Sin embargo, cuida que sea un aspecto puntual y no habitual de tu dieta, o pronto verás cómo tanto el estreñimiento como otras patologías acuden a saludarte.

  • Existen estrategias como el Bathcooking, que con sólo dos horas a la semana nos permite realizar elaboraciones que nos ahorren tiempo en la cocina durante el resto de la semana. Investiga en internet, ya que son muchas las opciones que tienes… Preparar caldos, asar verduras o preparar algunas crema en el mismo momento, puede ser la solución para que el resto de la semana dispongas de más tiempo.

  • Tuppers a domicilio y comida casera preparada. En la época en la que vivimos también es común encontrar empresas que, por un precio bastante parecido al que te gastarías si lo elaboraras tú, te llevan a casa comida que en ocasiones está pautada y controlada por nutricionistas. De esta forma te ahorras el tiempo necesario en realizar todas esas elaboraciones y, además, comes de forma saludable.

  • Si lo que te atrae de la comida procesada son sus sabores más fuertes y contundentes, aprende a sazonar tu comida con menos sal y más especias, que te ayudarán a la palatabilidad de tus alimentos, es decir, que sabrán mucho mejor. Las verduras, a veces no están sabrosas porque no las cocinamos correctamente y no encontramos cómo aportarles el sabor adecuado.

2. Bebidas azucaradas, alcohol y café.

Cierto es que de vez en cuando nos apetece tomar un refrigerio, y el agua se nos queda corta. Por eso abusamos de bebidas azucaradas que cuentan con ingestas cantidades de elementos nocivos para nuestra salud. Prueba a sustituirlo por té, agua con gas o agua infusionada con frutas.

En general, trata de que el agua sea tu bebida principal y no te olvides de beber siempre que tengas sed, porque es uno de los factores principales para mejorar nuestro estreñimiento.

El café, que tanto nos ayuda a levantarnos por las mañanas, y pese a que en ocasiones puede resultar un laxante, es también causante de la irritación de nuestro sistema digestivo. 

Intenta reducir su consumo, si puedes, incluso de forma total (especialmente en los periodos de dificultad). Puede que te sientas cansado por las mañanas, pero esto es también un efecto de la cafeína. Si poco a poco vas prescindiendo de tu consumo, tu cuerpo reaccionará mejor ante tu energía natural.

Y del alcohol… ¡Qué te vamos a decir! Ya sabes que no es bueno su consumo ni para el estreñimiento ni para ninguna otra cuestión. Trata de evitarlo todo lo que puedas.

3. Algunos alimentos específicos, como el arroz blanco o el plátano.

El arroz blanco es uno de los alimentos preferidos cuando tenemos diarrea, por su gran cantidad de almidón y su efecto astringente en el organismo. Por lo que calcula cómo influye en el estreñimiento.

Pese a que el arroz es un alimento muy común en nuestra dieta, puede sustituirse, o al menos combinarse, con opciones mucho más saludables como son el arroz integral o la quinua, que, además, está llena de fibra y te ayudará a sanar tu organismo.

El plátano es una fruta llena de virtudes, pero en ocasiones puede provocar también estreñimiento por su alta cantidad de almidón. Mientras estés en un proceso de estreñimiento, trata de evitar el plátano y sustituirlo por la manzana, que cuenta con múltiples propiedades para mejorar el estreñimiento.



4. Carne roja.

Las carnes rojas como el buey, el cordero o la ternera, producen digestiones muy largas y pesadas. No producen estreñimiento como tal, pero desde luego tampoco ayudan a mitigar sus síntomas.

De forma puntual, como con todo, son un buen alimento, pero tenemos que tener cuidado con la cantidad de estos alimentos que introducimos en nuestra dieta, y sustituirlos por más verduras con fibra, pollo, conejo o pescado en su caso.

5. Frituras.

La forma en la que cocinamos nuestros alimentos es también muy importante. La fritura colabora en que los platos sean más sabrosos, pero no sólo nos deja mucho más desastre en la cocina que otras elaboraciones y lleva más tiempo, sino que no es apropiada para nuestro sistema digestivo.

Una buena opción es la freidora de aire o el horno, siempre que no sea con empanados y hacerlo de forma ocasional, porque cuando calentamos demasiado un alimento, pierde sus propiedades y se le añaden otros elementos potencialmente dañinos para el organismo. 

Siempre que puedas, opta por los rehogados y salteados, la cocción al vapor…etc. Y añade especias para que quede más apetitoso.

El Jarabe del Dr. Manceau

Como hemos visto en este artículo, la mejor opción para mejorar nuestro estreñimiento es reducir nuestro estrés, mejorar nuestros hábitos alimenticios y realizar deporte. Sin embargo, existen momentos en nuestra vida en los que tenemos que optar por soluciones más rápidas.

Para ello, el Jarabe del Dr. Manceau es la opción ideal. Realizado con ingredientes naturales, teniendo como principal la manzana reineta, es apto para todas las personas a partir de 12 años, e incluso para personas de salud delicada.

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