Existen varias razones para madrugar y de diversa índole: gestión del tiempo, condición física, salud, logro de metas, buen humor... Pero solo las disfrutarás, si haces de ello un hábito. Sigue leyendo y conoce cómo.

Para quien prefiere seguir durmiendo no es sencillo encontrar razones para madrugar. Sin embargo, las hay y no son solo cuestiones de gusto y de preferencia, sino que esto puede ser beneficioso para la salud y para tu vida en general.

Desde la posibilidad de asearte y desayunar con calma hasta poder realizar ejercicios y trabajar en algunas tareas con tranquilidad, son diversas las oportunidades que brinda el levantarse temprano y aprovechar ese tiempo extra.

10 razones para madrugar

 1. Gestión del tiempo: Una de las quejas que más a menudo tienen las personas adultas es que no les alcanza el tiempo para todo lo que tienen que hacer. Al levantarte un poco más temprano de lo habitual, podrás avanzar en algunas tareas. Si, por ejemplo, sueles despertar cerca de las 7:00 de la mañana para estar en el trabajo dos horas más tarde, al adelantar el despertador hasta las 6:00, dispondrás de una hora extra.

2. Tiempo libre: Conjuntamente con lo anterior, viene otra de las razones para madrugar. Lo que hagas en la mañana, ya no lo tendrás que hacer en la noche. De este modo, al regresar del trabajo te quedará un rato para disfrutar de una película, de un partido o para compartir con tu familia...

3. Productividad: Para muchas personas, las primeras horas del día son las de mayor productividad. Esto tiene una explicación lógica: al levantarte, te sientes descansado, pleno de energía y con el cerebro más lúcido. Incluso, las investigaciones sugieren que hay relación entre ser proactivo y ser madrugador.

Así que tienes sobradas razones para madrugar: puedes ser más efectivo, incluso más rápido. Por el contrario, si dejas la tarea para la noche, posiblemente estés cansado, con ganas de no hacer nada.

4. Desayuno completo: Levantarse más temprano puede ser fundamental para comer bien en las mañanas, pues tienes el tiempo para preparar el desayuno y tomarlo con calma. Por el contrario, si te despiertas tarde, las diversas actividades que debes realizar para ir al trabajo o a la escuela podrían impedirte desayunar bien. Y no es bueno salir a la calle con solo una taza de café en el estómago.

5. Ejercitar: Por otra parte, no siempre dispones del tiempo para hacer actividad física. Pero si madrugas, tendrás una hora o más para poder disfrutar de todos los beneficios del ejercicio habitual para la salud.

6. Menos estrés: Madrugar te da la posibilidad de proceder con tranquilidad, sin apuros y sin afanes. El que se estresa desde el momento de despertar, corriendo para hacer todo, posiblemente estará agitado durante buena parte del día.

7. Llegar a tiempo: Llegar al trabajo, a las clases, a las citas pendientes a tiempo también son buenas razones para madrugar.  Quien se levanta con el tiempo justo, corre muchos riesgos, ya que cualquier tropiezo sería un retraso.

8. Lograr tus metas: Si comienzas la jornada muy temprano, no solo puedes organizarte mejor, sino que al tener tiempo para las diversas actividades planeadas, estarás más cerca de tus metas.

9. Desarrollar fuerza de voluntad: Hay que admitirlo: de madrugada, con algo de frío, la cama tibia es algo irresistible. Pero si eres capaz de vencer esta tentación y muestras fuerza de voluntad para madrugar todos los días, incluso los fines de semana, es un buen principio para mantener una gran determinación y alcanzar lo que te propongas.

10. Mejora la calidad del sueño: En la misma medida que te acostumbras a madrugar, al llegar la noche el sueño te ganará más fácilmente. De este modo, te dormirás temprano y adquirirás mejores hábitos en lo que a descanso se refiere, evitando problemas de insomnio.

Para ayudarte al respecto, te damos las siguientes recomendaciones:

  • Despégate del Smartphone por lo menos una hora antes de dormir.
  • Lo mismo aplica para el televisor y ordenador.
  • Preferible realizar alguna actividad relajada, como leer.
  • No tomes cafeína después de las cinco de la tarde.
  • No hagas ejercicio dos o tres horas antes de acostarte.
  • Apaga todas las luces.
  • Medita o aplica ejercicios de relajación.
  • Y recuerda programar el despertador